Lunes 28. Un encuentro con Dios.

“En este día pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ustedes, de que les he dado a elegir entre la vida y la muerte, y entre la bendición y la maldición, Escojan, pues, la vida, para que vivan ustedes y sus descendientes; amen al Señor su Dios, obedézcanlo y séanle fieles, porque de ello depende la vida de ustedes”
Deuteronomio 30: 19 20


Este versículo lo leí en un volante que me entregaron. Viajando en tren un día subieron unos chicos a vender. Eran del “hogar un encuentro con Dios”; un hogar de lucha contra las adicciones. Los jóvenes drogadictos entran al hogar destruidos, sin rumbo en la vida, sin ganas de vivir, sin siquiera saber quien los llevo hasta allí. En ese hogar además de la ayuda psicofísica, hay hijos de Dios que se ocupan de llevarlos al Señor. Es muy conmovedor ver a esos chicos, que alguna vez han estado en la droga, totalmente transformados. Tienen otra cara, otra meta, otra razón de vivir. Suben al tren con mucho entusiasmo a vender facturas que ellos mismos elaboran. Pero lo mas emocionante es escuchar lo que dicen de su vida pasada: “Antes robaba, estuve preso, me drogaba. Mírame como estoy ahora. Me estoy por casar ¿sabes? Si yo cambie de esta forma, ¿imagínate si Dios existe?”
Los que nacimos en hogares cristianos a veces nos cuesta creer como obra Dios en nuestras vidas. Es como que vivimos acostumbrados. No valoramos todas las bendiciones que tenemos a diario. Ver gente como estos jóvenes, realmente hace emocionar hasta las lagrimas y brota del corazón alabanza a nuestro Dios.

Por Lucas Paulino.

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