Sábado 01/ Domingo 02. Esto lo he hecho Yo

“Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensara en mi. Mi ayuda y mi libertador eres tu”
Salmo 40: 17


Cuando era chico mi madre me regalo un folleto que hablaba sobre los cuidados que Dios tiene sobre cada uno de nosotros. Lo que me llamaba mucho la atención era pensar que Dios me tiene en cuenta y me conoce bien. Yo pensaba, - ¿hay tantas personas en el mundo y Dios piensa en mí? Sin duda que Dios conoce a todos los hijos y los llama por su nombre, sin olvidarse de ninguno.
El folleto que me regalo mi madre, lo guardé demasiado bien que ahora no lo encuentro. Pero quiero compartir con usted, querido lector, algunas de las frases que recuerdo de ese hermoso escrito.

Dios se encontró conmigo una noche y me dijo:
-¿Estas triste? Esto lo he hecho yo para que sepas que puedo consolarte.
-¿Estas llorando? Esto lo he hecho yo para que sepas que puedo limpiar tus lágrimas
-¿Estas solo? Esto lo he hecho yo para recordarte que siempre estaré a tu lado.
-¿Te decepcionaron tus amigos? Esto lo he hecho yo para hacerte ver que a mi también me dejaron solo.
-¿Estas caminando en la oscuridad? Esto lo he hecho yo para que tomes mi mano con fe y dejes que te guíe.
-¿Estas enfermo? Esto lo he hecho yo para que hagas un alto en tu camino y tengas tiempo de pensar en mí.
-¿Tienes miedo? Esto lo he hecho yo para darte fortaleza ante cualquier cosa que te atemorice.
-¿Sufres persecución? Esto lo he hecho yo para recompensarte grandemente en mi reino.
-¿Estas en una prueba? Esto lo he hecho yo para probar tu fe.

En cada instante, cada segundo que vivimos. Dios quiere que sus hijos estén bien, depende de nosotros si dejamos a Dios obrar en nuestra vida; ya sea en los momentos gratos como en los no tanto. Sepamos que Dios este cerca, muy cerca de nosotros. ¡Que pases un lindo fin de semana!

Por Andrés Vellano.

Viernes 30. Amigos.

“Los amigos te saludan. Saluda tú a los amigos a cada uno en particular.
3° Juan 15


Así finaliza la tercera carta de Juan. Desde la antigüedad vemos que las personas tenían amigos. E incluso antes de que el Apóstol Juan escribiera su carta, ya Salomón en sus Proverbios habla de los amigos: “en todo tiempo ama el amigo y es como un hermano en tiempo de angustia” (Pr. 17: 17). Un amigo es para ir a pedirle ayuda. Un amigo esta a nuestro lado cuando estamos mal. Nos aconseja, nos advierte.
Existe una persona que también quiere ser nuestro amigo. Es el Señor Jesucristo que incluso, además de amigos, “no se avergüenza de llamarnos hermanos” (Hebreos 2: 11). Tiene una diferencia fundamental respecto a cualquier amigo que podamos tener. El nunca nos va a fallar. “Si nosotros fuésemos infieles, él permanece fiel” (2° Timoteo 2: 13). Es aun más que un amigo y un hermano; quiere ser el Señor de nuestras vidas porque sufrió los dolores intensos de la cruz para llevarnos a Dios. El castigo de Dios que merecíamos nosotros, lo cargo él en la cruz en lugar nuestro. Para conocerlo solo basta depositar toda nuestra confianza en su persona. Como un amigo quiere escuchar todo lo que nos pasa. Pero para acercarnos y apropiarnos de este amigo debemos creer en la obra que él hizo en la cruz por cada uno de nosotros, pecadores. Y si el Señor Jesús ya es nuestro amigo, debemos conocerlo más. El quiere conocernos más y quiere que lo conozcamos más a El. Por eso debemos estar cerca de él y andar por donde él anduvo. Dios nos ha dejado su palabra, la Biblia, mediante la cual podemos conocer al Señor Jesús y crecer en su gracia y su conocimiento (2° Pedro 3: 18)

Por Lucas Paulino.