Martes 01. Destilando amor y fe.

“Porque oigo del amor y la fe que tiene hacia el Señor Jesús y para con todos los santos…porque tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti, oh hermano se han confortado los corazones de los santos”
Filemón 5 y 7

El apóstol Pablo describe de una manera muy hermosa a este hermano llamado Filemón. Lo que me sorprende del pasaje es la sinceridad del apóstol, recordemos que era una persona que buscaba agradar siempre a Dios y no a los hombres. Por lo cual es claro que si dice esto de Filemón es porque realmente lo sentía así.
Filemón era una persona que hacía hablar a los demás (hablar bien), “oigo” dice en el pasaje. Y todo lo que nosotros hacemos repercute en los ojos y oídos de los demás; pero lo que se oía de este hombre era sobre el “amor y la fe” que tenía no solo para con el Señor Jesús, sino para con los hermanos. ¡Qué difícil es mostrar amor a aquellos que no nos caen tan bien o con los cuales no simpatizamos lo suficiente! Es algo que cada creyente debe aprender en este camino.
Pero si mostramos amor y fe andemos, por donde andemos, no hay duda que los corazones de los que nos rodean se llenaran de gran gozo y de consolación. Algo maravilloso sin duda es hacer bien a otra persona y cuanto más si son de la familia de la fe.
Que podamos hacer como lo hacía Filemón, que seamos capaces de “confortar” a los hermanos con nuestra forma de ser, no para nuestra gloria, sino para que la gloria de Dios.

Por Andrés Vellano.

Lunes 31. Paciencia.

“Has guardado la palabra de mi paciencia.”
Apocalipsis 3:10


La palabra “paciencia” proviene de un término griego que solo s puede traducir como “sufrir”. Ese tal vez sea el motivo por el cual nos es tan difícil tener paciencia.
Sin embargo, para el creyente, tener paciencia en determinadas áreas de la vida, no es otra cosa que confiar en Dios. Leemos en Éxodo 14: 14 “Jehová peleara por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos”. Es claro que esto involucra fe, y que no es correcto despreocuparnos y enajenarnos de las dificultades…, pero si es correcto, con fiar en Dios y dejar nuestras cuitas en sus manos a través de la oración.
Según la edad, cada creyente debe tener paciencia. Por ejemplo los jóvenes en ocasiones deben tener paciencia para encontrar el compañero/ra; para recibirse, encontrar trabajo. Los adultos para educar a sus hijos, para con los siervos en la congragación, para las exigencias del trabajo, etc. Pero, que lindo es pasar la prueba con toda paciencia y poder ver atrás y decir, ¡gracias Dios, porque me has sostenido en la prueba y me has dado paciencia y sabiduría para hacer lo debido”
Es mi anhelo que cada lector pueda encontrar la paciencia en Dios en el momento oportuno. Por más oscuro que este la senda, recordemos que Dios está a nuestro lado “como poderoso gigante”

Por Andrés Vellano.