Sábado 12/ Domingo 13. Libres

“Esperar de los cielos a su Hijo, el cual resucito de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera”
1ra de Tesalonicenses 1: 10


En Argentina hace un tiempo una cantante de folklore escribió una canción, la cual decía: “libre, como el sol cuando amanece yo soy libre, como el mar…, libre como el ave que escapo de su prisión y puede al fin volar…” es linda la letra ¿no? Bueno, Jesucristo nos dio una libertad aun mayor cuando murió en la cruz y cuando resucito. No es una libertad como la del mar, la de un ave…, sino una libertad de “la ira venidera”, es decir, el infierno.
Cuando este mundo acabe, o cuando la vida de cada persona se apaga en este mundo, solo hay dos lugares donde podemos ir…cielo…infierno…Cristo abre las puertas del cielo con su sangre, la cual nos limpia de nuestros pecados y nos hace LIBRES.
Si ya temes esta libertad, ¿no crees que deberías compartirla con otros? Jesús no murió por unos si, y por otros no. Sino por todos y nosotros debemos ser testigos de su amor y hablar a los demás de este regalo maravilloso de amor.
Si usted aun no sabe sobre su destino eterno, permítame deirle que Jesucristo es el camino a Dios, es la verdad sobre cualquier religión y es la vida eterna. Confesando sus pecados con un corazón sincero, y arrepintiéndose. Cristo le dará el perdón y la libertad para su alma. ¡no deje para mañana esto, tal vez sea tarde!

Una libertad que nos llena de gozo y paz ¿no deberíamos compartirla?

Por Andrés Vellano.