“De modo que si alguno está en Cristo; nueva cintura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”
2 Corintios 5:17
Tú debes conocer que en nuestro país hay personas que buscan la identidad de otros que creen que no la tienen: “las abuelas de plaza de mayo”. Tal vez estás buscando tu propia identidad y te preguntas: ¿quién soy? O ¿le importo a alguien? Quizás estás saltando de relación en relación, de iglesia en iglesia, de empleo en empleo, tratando de “encontrarte a ti mismo”. Pero hay una buena noticia para los que buscan una identidad: Se puede tener una identidad segura y estable junto a Jesús.
Aunque Dios nos hizo a su imagen (Génesis 1:27), el pecado hizo estragos en nuestras almas y nos negó el gozo de una relación con nuestro Creador. Nuestra identidad quedó dañada, hasta que Jesús entró en escena para rescatarnos y reclamar lo que era suyo. (Romanos 5:12-19). El murió en una cruz por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación.
Cuando confiamos en Jesús para nuestra salvación, ganamos una condición privilegiada de estar “en Él”. Él toma todo lo viejo, y lo hace nuevo. Si recibes a Cristo como tu salvador te darás cuenta de que eres una nueva criatura y tu crisis de identidad se terminará.
Recibe a Cristo como tu salvador y tendrás identidad eterna.
“Para resolver nuestro problema de identidad, debemos identificarnos con Cristo”. JS
Por Pablo Baztan.
Lunes 16. Consumado.
“Consumado es”
Juan 19: 30
El Señor Jesús es quien dijo estas palabras. El momento, justo antes de “entregar el espíritu” (Juan 19: 10). Cuando leemos en la Biblia este pasaje, se puede pasar por alto el gran significado y alcance de esta frase.
Consumado fue el plan de salvación que Dios dispuso para el hombre. El Hijo de Dios, Jesús, dio su vida para dar entrada al hombre (que cree y acepta) a los cielos (Juan 3: 16-17).
Consumada fue la culpa del pecador. Pues Jesús cargo sobre El, el pecado tuyo y mío (Isaías 53: 5).
Consumada fue la obra de amor más grande y maravillosa de todos los tiempos. Un Padre (Dios) entregó a su propio Hijo (Jesús) para darnos la vida eterna. (Juan 16: 28)
Pensemos es la consumación de estas tres cosas. Una obra perfecta y completa que no necesita nada más. Te invito a orar en este día y a agradecer lo que Jesús hizo por nosotros, pecadores.
Por Andrés Vellano.
Juan 19: 30
El Señor Jesús es quien dijo estas palabras. El momento, justo antes de “entregar el espíritu” (Juan 19: 10). Cuando leemos en la Biblia este pasaje, se puede pasar por alto el gran significado y alcance de esta frase.
Consumado fue el plan de salvación que Dios dispuso para el hombre. El Hijo de Dios, Jesús, dio su vida para dar entrada al hombre (que cree y acepta) a los cielos (Juan 3: 16-17).
Consumada fue la culpa del pecador. Pues Jesús cargo sobre El, el pecado tuyo y mío (Isaías 53: 5).
Consumada fue la obra de amor más grande y maravillosa de todos los tiempos. Un Padre (Dios) entregó a su propio Hijo (Jesús) para darnos la vida eterna. (Juan 16: 28)
Pensemos es la consumación de estas tres cosas. Una obra perfecta y completa que no necesita nada más. Te invito a orar en este día y a agradecer lo que Jesús hizo por nosotros, pecadores.
Por Andrés Vellano.
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