Miércoles 03/ Jueves 04. Jamás debe tener polvo.

Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.
Salmo 119: 105


El hombre desde que existe a tratado de dominar al oscuridad mediante diferentes métodos. Para ello, fue perfeccionando las lámparas. Alguna vez fueron de aceite, luego de kerosene, por baterías, eléctricas, etc, etc. Éstas daban seguridad en la noche, puesto que cumplían con una función clave, la de poder alumbrar en las tinieblas.
De la misma manea la Palabra de Dios es una lámpara que alumbra en medio de un mundo perverso. Ella es quien nos da seguridad a través de las promesas de Dios, es quien nos da esperanza de vida eterna por Jesucristo, es quien nos alienta en los momentos difíciles…es quien nos guía por el camino “nuevo y vivo”. Es quien nos habla del Salvador Jesucristo, quien dio la vida por nosotros.
Hermanos, nunca dejemos de meditar en sus páginas, pues es una lámpara que alumbra nuestro camino.

No dejes que tu lámpara se llene de polvo.

Por Andrés Vellano.