Miércoles 28. Sello.

“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa”
Efesios 1:13


En el campo, cuando se trabaja con animales bovinos (Vacas), es obligatorio tenerlos marcados. Para ello el propietario de estos se hace de una marca única e inconfundible. Esta marca esta en el extremo de un hierro. Lo que se hace, es calentar hasta el rojo vivo el metal y una vez que esta en esta condición se lo presiona contra el costado del animal y de así queda marcado DE POR VIDA. Desde el momento en que fue sellado, no hay vuelta atrás, no importa de quien era antes, no importa de donde vino; lo único que importa es que ahora es de la propiedad del que lo marco.
De esta manera dice la Palabra que Dios nos marca, no con un hierro caliente, sino con la sangre de Cristo. Este sello es la prueba fehaciente de que un día entendimos que éramos pecadores, nos arrepentimos…, y ahora somos hijos de Dios. Lo que quedó atrás ya esta lejano, nuestros antiguos pecados ya han sido limpiados. Ahora hay un nuevo propietario de nuestra vida; Dios.
Y lo más hermosos es que esa condición de pertenencia a Dios, nadie jamás podrá quitárnosla…, el día de nuestra muerte, seremos guiados a los cielos eternos, ¡que maravilloso será encontrarnos con quien nos hizo suyos! Tengamos cada día presente este gozo que implica ser salvos del infierno y de la condenación, pero también tengamos presente el compartirlo con otros y el ser cristianos que aman a su Señor.

Por Andrés Vellano.

Martes 27. No hay otro evangelio.

"Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente."
Gal. 1:6


¿Cómo existe otro evangelio? ¡¡NO!! Lee el versículo que sigue, ahí Pablo lo dice clarito y al leer esto me puse a pensar en como hoy día nosotros perturbamos el evangelio de Cristo. No tomamos en serio lo que la Biblia nos dice acerca de lo que está bien o está mal, pero peor aún cuando por medio del Espíritu Santo somos reprendidos en nuestras conciencias hacemos a un lado la mirada y como si nada hubiera pasado, actuando a nuestra conveniencia.
Los Gálatas pervirtieron la Palabra creyendo que las obras eran necesarias para la salvación y no la sola fe, esto les llevó a retomar sus antiguas costumbres judías. Hoy nosotros pervertimos la Palabra pero para el otro lado de la balanza y hacemos un evangelio más “Light” creyendo que de esta forma va ha estar al alcance de más personas, es decir, cuanto menos cambios tengamos que hacer más se van a convertir.
La Palabra de Dios es una sola y “no cambia” en ella encontramos que la salvación se recibe por la “fe en el Hijo de Dios” y que al ser salvos pasamos a vivir una nueva vida guiada por El.

Por Aléxis Barolin.