Sábado 18/ Domingo 19. Nadie me conoce.

"Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber de dónde era dijo… tú has reservado el buen vino hasta ahora."
Juan 2:9-10.


El primer milagro de Jesús es éste, cuando hace un que una simple tinaja que servía para guardar el agua de lavarse, sea la contenedora de tal milagro.
Muchas veces me he sentido como esta tinaja, en el estado anterior, el de ser nadie, el de que no me reconocen. Tal vez vos sientas lo mismo porque todos pasamos mas o menos por las mismas cosas en nuestra juventud. Pero hoy siento que soy muy importante (auque sigo en el anonimato en muchos aspectos) pero sé que soy una tinaja que por causa de mis imperfecciones serviría para el agua de lavarse, pero por la gracia de Dios hoy soy la Tinaja contenedora del más grande de todos los milagros de Jesús. Y como esas tinajas fueron el consuelo de los de la fiesta, tu y yo hoy somos más que ellas, pues somos contenedores del milagro de salvación que ofrece el Señor Jesucristo y es gratis, como el vino de ese momento. Debemos ofrecerlo a todos los que tengan sed, ya no somos los “olvidados” sino que somos los contenedores de lo que el mundo busca. (No te confundas, no eres Ben 10 ni Super Man, eres más que eso) Somos siervos de Aquel que murió en la cruz y resucitó al tercer día. Y lo debemos proclamar a todos “los invitados”, somos los responsables de que todos puedan probar de este milagro. (Hechos 1:8)

Revisa tu tinaja porque Dios quiere llenarla de un gran contenido.

Por Pablo Baztan.