" Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia."
Isaías 41:9-10
Un amigo escribe en su portada de Messenger “aunque lejos estés siempre estaré cuidándote”, es lo que podemos decir nosotros cuando amamos a alguien.
Y esto me hacia reflexionar en nuestro Dios que muchas veces nosotros nos alejamos de El y vivimos una vida errante como el hijo prodigo, pero yo realmente no entiendo perfectamente el amor de Dios, que aunque lo ofenda en muchas oportunidades Él siempre me perdona.
Hay veces que nuestros errores son tan grandes que parece que estamos en tierras lejanas, que Dios está tan lejos, nos damos cuenta de que somos nosotros los que nos fuimos, y nos seguimos alejando aun más. Es ahí cuando no entiendo el amor de Dios, El no sólo me perdona (no te deseché) sino que me restaura, me trata como algo escogido (te escogí) me da seguridad (no temas porque yo estoy contigo) me anima a seguirle (no desmayes) me da fuerzas (te esfuerzo) me ayuda (siempre te ayudaré) me toma con su mano (siempre te sustentaré).
Querido hermano cuando creas estar lejos, no trates de entender el amor de Dios, sólo recibe su perdón, deja que Él te guíe y disfruta sus cuidados.
¡Prosigue el blanco, Dios te bendiga!
Por Pablo Baztan.