“Sus mandamientos no son gravosos (molestos, pesados)”
1º Juan 5: 3
Por pura gracia, Dios nos ha adoptado como hijos suyos. Merecíamos el castigo eterno y Dios nos dio a Su único Hijo para que vivamos por El. A los que somos sus hijos, Dios mismo por medio del Apóstol Juan nos dice “que andemos según sus mandamientos” (2 da de Juan 6). A veces nos dan ganas de hacer cosas que hace el mundo. Nos dan ganas por ejemplo de ir a bailar, de emborracharnos, de vivir aventuras, en fin, vivir como vive la gente del mundo hoy. Incluso llegamos a cuestionar si seguir a Dios vale realmente la pena. Dentro de nosotros se produce una discusión. Generalmente nos pasa cuando todo va bien en nuestra vida, cuando pensamos que tocamos el cielo con las manos. O cuando todo va mal y le preguntamos a Dios por que. Creemos que cuesta demasiado con un mundo en contra nuestro. Dios nos dice que sus mandamientos no son molestos. Que su carga es ligera. El nos creo. El sabe lo que decimos, lo que pensamos, lo que sentimos. Dios no quiere hacer nuestra vida aburrida o anticuada. Dios quiere darnos mucho más. El nos libro del pecado. El nos dio una esperanza viva. Podemos ir a El en cualquier momento en cualquier situación. El quiere tomar el control de tu vida.
¿¡Quien mejor que el Creador para confiarle nuestra vida entera!?
Por Lucas Paulino.