“Tened ánimo, soy yo, no temáis” Mateo 14:27
“Ven” Mateo 14: 29
“¡Hombre de poca fe! ¿Porqué dudaste?” Mateo 14: 31
En el relato descrito por Mateo, Jesús les pide a sus discípulos que vayan a la otra ribera del río; en tanto el despedía a las personas. Cuando los discípulos se alejan una tempestad azota su barca. En tanto Jesús desde la tierra los observaba.
Lo que ocurre después, es algo sorprendente. Jesús se les aparece andando sobre el mar. Los discípulos se asustan, más el Señor se presenta, “Soy yo”. Luego Pedro le pide que también pueda andar sobre el mar. Jesús responde “Ven”. Finalmente la fe de Pedro es débil y se hunde, Cristo lo reprende diciendo “¿Por qué dudaste?”
Cuando Dios se nos acerca siempre lo hace presentándose. Podemos ve esto en muchos ejemplos del Antiguo Testamento. Pero la primera actitud del hombre es dudar, creyeron que había un fantasma. La segunda actitud del hombre es obedecer, Pedro fue sobre el mar. Pero finalmente lo tercero es la duda nuevamente. Como hombres a veces somos tan débiles, que dudamos hasta después de haber experimentado cosas maravillosas que Dios hace en nuestra vida. Dudamos (a veces inconcientemente) de su Palabra, de su amor, de su poder. ¡Cuan necesario es confiar enteramente en Dios. Dejémonos, como escuche una vez “abandonado en las manos de Dios”
Dios es un Dios de amor, dio a su Hijo por nosotros, ¿podemos imaginar que nos abandonará?
Por Andrés Vellano.