Miércoles 29. Pequeños, pero importantes.

“Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tu formaste. Digo: ¿Qué es el hombre para que tengas de el memoria y el hijo del hombre para que lo visites?”
Salmo 8: 3 - 4


Interesante pregunta, ¿que es el hombre? verdaderamente una insignificancia ante la imponente creación de los cielo y de la tierra. El salmista no esta exento de entender la tremenda diferencia que existía entre el y el resto de la creación.
Si nos detenemos a ver solamente el cielo en una noche estrellada nos damos cuenta de lo pequeño que somos ante ese firmamento insondable. Pero a pesar de esa “pequeñez”, Dios se fija en nosotros y nos visita, se acuerda de que estamos aquí. Pero Dios no solamente se acuerda de ti y de mí, sino que además se preocupa por sus hijos. Aunque te parezca lejano, Dios esta a tu lado en este instante, te esta bendiciendo. Conoce cuales son tus dificultades y te ayuda. Dios tiene un propósito para tu vida y quiere que lo concretes…, por más pequeño que nos parezca que somos, para Dios somos muy importantes.
Recordemos que es lo que ocurrirá cuando todo termine en este mundo. Los cielos y la tierra desaparecerán (Ap. 21:1). Pero los hijos de Dios viviremos para siempre con el Señor.

Estemos tranquilos y confiados, que, aunque pequeños, somos importantes para nuestro gran Dios Creador.

Por Andrés Vellano.

Martes 28. La grandeza de Dios.

“¡Oh Jehová, Señor Nuestro, cuan glorioso es tu nombre en toda la tierra!”
Salmo 8: 1


Fueron realmente muchos hombres, cuyas historias están presentes en la Biblia. Y muchos otros que no están en ella; los que han reconocido la gloria de Dios.
Basta solo con levantar la vista una noche estrellada o ver el sol en su potencia. Sentir los truenos sobre los campos o los relámpagos surcando los cielos. Basta con ver la hermosura o la sencillez de la flor…, para ver la gloria de Dios.
Ese Dios glorioso nos ha amado de una manera inexplicable. Dio lo más preciado que tenia, su Hijo. ¡Qué acto de amor tan maravilloso!
Querido lector, le confieso que en este momento de mi vida, estoy pasando por algunas situaciones que me ponen un poco triste, o me dan desánimo. Pero Dios ha derramado de su gloria en nuestros corazones. Y toda situación por la que debemos pasar en la vida, está bajo el control de Dios. Solo sepamos confiar y reconocer que Dios, es un Dios de gloria. Y no solo esto, sino que además nos ama y nos pide que confiemos…Más allá del estado de ánimo o del problema que nos aqueja, alabemos a Aquel que nos amo, al único y glorioso Dios de los cielos.

Por Andrés Vellano.