Lunes 13. En el arroyo de Querit.

“Pasado algunos días, se secó el arroyo porque no había llovido sobre la tierra”
1ra de Reyes 17: 7


Después de que Elías le comunicara al rey Acab que no llovería sobre la tierra durante muchos días; Dios le manda al profeta que salga del lugar donde estaba y vaya a vivir junto al arroyo del Querit. Ahí tendría agua para beber, y comida (pan y carne) que los cuervos le llevarían.
Es llamativo lo que ocurre después. Elías es obediente a la voz de Dios, hace lo que se le manda, va al arroyo…, y después de unos días… Dios permite que el canal de agua se seque. Uno podría pensar ¡Si estoy haciendo la voluntad de Dios, me tendría que ir bien! Parece hasta justo pensar eso. Sin embargo, la voluntad de Dios va más allá de lo que podemos entender en ocasiones. Después que se seca el arroyo, el profeta es alimentado por una viuda y ésta es bendecida por la presencia de Elías.
Recordemos queridos hermanos, Elías no se quejó ni dudo de lo que Dios estaba haciendo. Solo obedeció. Y recordemos también que; si se seca el arroyo, Dios no nos dejará pasar necesidad, sino que aparecerá una “viuda de Sarepta”.

Aprendamos a ser obedientes como Elías y a confiar como el.

Por Andrés Vellano.