Viernes 19. Por la borda.

"Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe."
Jun 3:30


Si tengo un baso con pelotitas de telgopor y a éste le empiezo a echar agua, las pelotitas a medida que el agua sube van a flotar y llegara un momento en que cuando el baso rebalse las pelotitas saldrán despedidas de él. Este simple ejemplo sirve para ilustrar lo que sucede con nuestro corazón.
Muchas veces nos levantamos de nuestras camas con un carácter que no nos aguantamos ni a nosotros mismos y empezamos a tratar mal a nuestra familia, a nuestros compañeros de trabajo, compañeros de la escuela y hasta a nuestros amigos. Esto no ocurre sólo un día sino que es algo que se manifiesta cada vez más, es como una enfermedad y sin que nos demos cuenta avanza dentro de nosotros contaminando cada vez más el corazón. Esto no tiene nada que ver de que, con que pie te levantaste ese día o como dormiste; el problema viene de antes y radica en como estamos alimentando nuestro corazón. El Señor Jesús dijo que lo que hay en nuestro corazón es lo que vamos a comunicar con nuestras palabras, con nuestras actitudes, con nuestra cara y en realidad con todo nuestro ser. Hoy te desafío a que llenes tu baso del Señor Jesús y al igual que Juan vas a echar por la borda las actitudes de telgopor que te molestan.

Por Alexis Barolin.