"Si probáremos a hablarte te será molesto, pero ¿quién podrá detener las palabras?"
Job 4:2
Mi querido hermano todos tenemos un amigo a parte de Jesús y eso es “Gueno” diría el burro de Shrek.
Job también tenía tres amigos, y en esta oportunidad habla el que probablemente tiene más experiencia: Elifaz. Recordemos que Job fue llamado justo por la misma boca de Dios, pero en estos momentos de prueba, dolor y angustia es visitado por estos tres de los cuales habla el primero, pensando que dirá lo que corresponde, empieza pidiendo permiso y luego se desata (vs.3-6). Recuerda todo lo que Job había hecho por otros y que ahora él mismo tiene un problema que no entiende y no puede soportar, luego le acusa de ser un hombre inicuo (7-8) en el (vs. 21) remata con estas palabras: “su hermosura ¿no se pierde con ellos mismos? Y mueren sin haber alcanzado sabiduría”. Palabras realmente sabias, pero totalmente desubicadas para este Job que fue llamado justo.
Estas palabras deben haber herido más a Job que las mismas llagas y pérdidas de sus hijos y posesiones. No se si recordarás que los amigos estuvieron siete días sin hablar, bueno, fue lo más acertado que pudieron hacer.
Muchas veces creemos que con muchas palabras, aun sacadas de la Biblia, podemos ayudar a los amigos que se encuentran en problemas, pero ¡Cuidado! Debemos siempre tener un momento previo de oración, pues Dios es el que debe hablar por medio de nuestra boca.
Cuando visites a un amigo, no quieras demostrar lo que sabes, recitando un montón de palabras, porque muchas veces el mejor remedio es la simple compañía en silencio. Si es de parte de Dios, habla no te detengas, si no calla, sólo calla.
Prosigue el blanco, Dios te bendiga.
Por Pablo Baztan.