Viernes 06. En el horno.

"Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo."
Daniel 3:23

La expresión”estamos en el horno” siempre me hizo pensar en estos pasajes de la palabra, ¿Estuviste en el horno alguna vez? ¿En que horno? ¿Por qué?
Estos hornos estaban preparados para fundir metales, y en este caso particular para fundir a las personas que no pensaran como el rey Nabucodonosor, y cuanto más para aquellos que no se inclinaran ante la estatua del rey.
La pregunta es ¿cuántas veces estuviste “en el horno”? Muchas veces estamos en el horno cuando perdemos un partido de futbol o cuando el profesor nos da una prueba sin aviso.
Estos tres muchachos estuvieron en un horno auténtico de fuego, con mucho fuego, por amor a su Dios, tu Dios, mi Dios. Tal era el amor que sentían estos que cuando fueron echados en el horno, el mismo Señor Jesús estuvo con ellos para cuidarlos, y ninguno de ellos sufrió daños.
Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y se levantó apresuradamente y dijo a los de su consejo: ¿No echaron a tres varones atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, Oh rey. Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses.(Daniel 3:24 -25)
No importa cual sea el “horno” que debes enfrentar por amor de Cristo, tal vez sea la burla de tus compañeros, la no aceptación en el equipo del club, o tal vez en tu propia casa, estos muchachos no huyeron, sino que enfrentaron el “horno” y salieron victoriosos porque confiaron en Dios y Dios mismo los ayudó.
Acuérdate de esto, no importa cual sea el “horno” que tengas que pasar, porque Dios estará allí junto a ti, y con sus manos te cubrirá.

¡Prosigue el blanco, Dios te bendiga!

Por Pablo baztan.