Martes 30. Todo tiene su tiempo.

“Todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” Eclesiastés 3:1

Hace ya un tiempo que escucho frases como “los días parecen más cortos” o “los años pasan más rápido”, y no solo las escucho sino que a menudo las pienso. Vivimos en un mundo que nos hace llevar una vida llena de compromisos, en la calle siempre estamos apurados, corriendo contra el reloj, pero lo peor es que cuando creemos tener unos minutos de tranquilidad nos suena el celular para avisarnos de un compromiso o de una tarea que olvidamos y ese tiempo se convierte en preocupación y nervios en lugar de descanso.
Es hora que reacomodemos nuestra agenda, Dios quiere que trabajemos o estudiemos y lo hagamos de manera responsable, pero a su debido tiempo y en su justa medida. Apartemos momentos para disfrutar de esas cosas maravillosas que tenemos, de nuestros padres, hijos, amigos, y sobre todo de Dios. No malgastemos este tiempo para pensar y preocuparnos por las tareas del día siguiente. Seamos como aquel sabio que dijo alguna vez “cuando comamos, comamos”.

Por Nicolás Bruselario.