Jueves 05. Un salmo de paz (IV).

“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tu estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento”
Salmo 23: 4


Existe un lugar llamado Valle de la Muerte. Este sitio se caracteriza por ser muy profundo, húmedo, oscuro y tenebroso. En ocasiones los creyentes pasamos por este tipo de lugares (espiritualmente hablando), nuestra alma se aflige y nuestro corazón se entristece. Pero es allí donde escuchamos la voz tierna del Pastor que nos dice: “no te dejaré”. Su presencia nos acompaña siempre, por más triste y tenebroso que se vuelva nuestro camino. Para el creyente que confía en Jehová el miedo desaparece, pues su Pastor le infunde dulce paz.
Así también la vara y el cayado, dos elementos que se utilizan para el cuidado de las ovejas; Jehová se sirve de ellos para infundirnos aliento y darnos ánimo en el momento oportuno.

Si hoy estas atravesando un valle de muerte, no temas, El Gran Pastor va a tu lado.

Por Andrés Vellano.