“Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”
Juan 1: 12
Las personas que son papás saben cuanto se ama a un hijo. Los que aún no somos padres nos lo podemos imaginar pero no experimentar. Un padre siempre cuida de su hijo, desde los pañales que hay que cambiar, hasta las tareas y en las decisiones importantes que hay que tomar. A su vez un hijo disfruta de la confianza de su padre.
Al igual que con un padre o una madre terrenal. Los que creemos y aceptamos a Cristo como nuestro Salvador. Pasamos a tener un Padre celestial, Dios. Si, Dios en ahora un padre amoroso para con nosotros; nos cuida, nos protege, nos bendice, muchas veces nos dice que “no” para guardarnos de algún mal. Nosotros podemos disfrutar de ese amor tan inmenso que Dios nos muestra. Y no solo esto, sino que podemos vivir confiados porque sabemos por medio de la fe que El nos llevará a su casa, al cielo mismo.
Confiemos y vivamos en paz, pues nuestro padre es Dios.
Por Andrés Vellano.
Viernes 08. Guía.
“El justo sirve de guía a su prójimo.”
Proverbios 12:26
Tengo un conocido amigo que actualmente está viviendo en Bolivia, y en una oportunidad que viajaba a Argentina en colectivo, sí, en colectivo, (tengo otro que se va en trafic), cuenta que al pasar un puente siente un tremendo golpe en las ruedas traseras, cuando se baja para ver qué era, se da cuenta de que el puente ya no estaba, se había caído. Así que inmediatamente se pone a hacer señas desde su lado para prevenir a los demás, ya que era de noche y no se veía nada. Los primeros automovilistas no entendiendo o no creyendo las señas cayeron a las aguas, pero los que sí hicieron caso pudieron salvarse.
¿Te das cuenta? “El justo sirve de guía”. Tú sirves de guía, yo sirvo de guía, no para gloriarnos, sino para que las personas no se caigan en el profundo abismo, del cual si no aceptan a Jesucristo como salvador personal, no tienen salida.
¡Prosigue el blanco, Dios te bendiga!
Por Pablo Baztan.
Proverbios 12:26
Tengo un conocido amigo que actualmente está viviendo en Bolivia, y en una oportunidad que viajaba a Argentina en colectivo, sí, en colectivo, (tengo otro que se va en trafic), cuenta que al pasar un puente siente un tremendo golpe en las ruedas traseras, cuando se baja para ver qué era, se da cuenta de que el puente ya no estaba, se había caído. Así que inmediatamente se pone a hacer señas desde su lado para prevenir a los demás, ya que era de noche y no se veía nada. Los primeros automovilistas no entendiendo o no creyendo las señas cayeron a las aguas, pero los que sí hicieron caso pudieron salvarse.
¿Te das cuenta? “El justo sirve de guía”. Tú sirves de guía, yo sirvo de guía, no para gloriarnos, sino para que las personas no se caigan en el profundo abismo, del cual si no aceptan a Jesucristo como salvador personal, no tienen salida.
¡Prosigue el blanco, Dios te bendiga!
Por Pablo Baztan.
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