Miércoles 17. Demandas.

“¿Qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma?”
Deuteronomio 10:12


Siempre tenemos demandas sobre los demás. Los padres exigen cosas a los hijos, los profesores a sus alumnos, los patrones a los empleados, y así; en cada momento que pasa un semejante nos esta demandando algo ó estamos demandando a alguien.
Pero también somos demandantes de Dios, ¿Cómo es esto? Cuando tenemos un problema o una dificultad ó algo que debemos resolver, demandamos a Dios que nos de una solución. Es como si tuviéramos un teléfono divino y cuando pasa algo, marcamos el número de Dios y esperamos a que nuestros problemas se solucionen. Lo triste es que muchas veces creemos que esto es así, creemos que Dios está a nuestra disposición y le decimos: - Dios necesito esto…hace aquello…dame esto… ¡No querido lector! No es la manera de obrar de Dios esta, ni debe ser la nuestra. Si bien en la Palabra esta lleno de ejemplos de hombre y mujeres que oraron a Dios y suplicaron por algo; pero esto (y así lo enseña la Biblia) debe hacerse con reverencia y temor. Dios es soberano y nosotros solo somos pecadores perdonados. Es importante que sepamos el lugar que tiene Dios y el nuestro.
Ahora, ¿que hay acerca de las demandas de Dios hacia nosotros? Bueno, creo que están claras en el texto del encabezado. Puntualmente nombra cuatro: TEMER; ANDAR EN SUS CAMINOS; AMARLO Y SERVIRLE. La pregunta en este caso seria ¿Cumplo con las demandas de Dios?
No debemos tener ninguna duda de que El nos ama y desea lo mejor para cada uno de nosotros, pero más importante que tener presente esto, es saber que Dios también espera de cada uno de nosotros que seamos obedientes y fieles. El versículo 13 del mismo capitulo nos dice que tenemos que cumplir con esas demandas para “…que tengas prosperidad”

Tengamos en cuenta las demandas de Dios. Todos y cada uno de nuestros días.

Por Andrés Vellano.