Lunes 26. En Silencio.

“Jehová oirá cuando yo a el clamare…Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad”
Salmo 4: 3- 4


Me gusta mucho acostarme de noche y no escuchar ningún sonido. Solo el silencio de la cuidad que se duerme y algún grillo que canta de noche. Es ahí donde uno puede pensar y estar tranquilo. El salmista nos dice tres cosas muy lindas en este pasaje.
- Primero que Dios siempre oye nuestro clamor y nuestras peticiones. Y por ello siempre vamos a tener una respuesta de parte de Dios, tal vez no sea la que esperamos, pero una respuesta va a ver. En ocasiones pedimos e imploramos algo a Dios y nos responde de una manera que no entendemos, pero cuando pasa el tiempo, nos damos cuenta que fue lo mejor que pudo pasar.
- Segundo que debemos meditar, es decir pensar como solucionar el problema o la dificultad que tengamos, estando acostados y escuchando solo el silencio. Meditar en el problema no quiere decir desesperarnos, ni enloquecer; sino pensar en las posibles salidas a nuestro alcance…claro que siempre confiando en Dios y aceptando su voluntad.
- Tercero, guardar silencio. A veces oramos y decimos siempre lo mismo, creyendo que Dios no nos escucha o que esta lejos; pero no es así, El esta cerca, más de lo que creemos o pensamos. Así que después de dejar todo en sus manos a través de la oración, hay que guardar silencio y esperar la respuesta de Dios.
Querido lector, si usted esta pasando por una situación difícil, déjeme decirle que Dios conoce lo más intimo de su corazón y que sabe con detalle cual es su problema o inquietud. Yo mismo estoy pasando por situaciones difíciles, pero se que Dios ama a los suyos y que jamás nos abandona. Así que debemos confiar plenamente en Jesucristo nuestro Salvador y en Dios, nuestro Padre celestial.

“¿Como podré estar triste?, ¿Cómo entre sombras ir? ¿Como sentirme solo y en el dolor vivir? ¡Si Cristo es mi consuelo, mi amigo siempre fiel, si El cuida de las aves, cuidará también de mí!” (Himnos y Cánticos del Evangelio)

Por Andrés Vellano.