Domingo 13. Satisfecho.

En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.
Sal 17:15


Cuando nos ponemos a pensar sobre lo que Dios es, y todas las cosa que Él ya hizo a nuestro favor. Nuestro corazón se llena de agradecimiento, desborda de emoción, y está presto para decir con todas las fuerzas, “CUAN GRANDE ES DIOS”. Pero la realidad es que no siempre estamos de continuo pensando en nuestro Creador, y mucho menos llegamos ante Él con tamaña adoración.
Lo que sucede, es que la vida acá en la tierra, sigue con pasos agigantados, llena de preocupaciones, de compromisos, problemas, y muchísimas otras cosas que nos impiden detenernos a contemplar las maravillas de nuestro Señor. David vivió problemas que no te podes imaginar, pero así y todo David podía elevar su mirada al cielo y en medio de tanto caos y tanto dolor dice.
-Papá, ya no puedo, te necesito, ayúdame.
Él estaba pasando por un momento bastante duro, donde le era difícil contemplar la hermosura de su Dios.
Pero no toda su vida fue así, si no que él también vivió momentos, donde podía decir con toda certeza.
Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová… Sal 84:2
Es que David los había probado, y sabía lo que era estar cerca del corazón de Dios.
Un día vamos a estar con el Señor, y recién ahí vamos a ser completamente satisfechos de nuestro Señor, porque estaremos cara a cara con el que es perfecto, pero mientras tanto te desafío a que, ya sea en medio de la angustia o en medio de la bendición, te detengas a contemplar por un segundo la grandeza de tu Dios, allí vamos a ser saciados de la grosura de su casa. Sal. 36:8.

Mira al cielo.

Por Alexis Barolin.

Sábado 12. Cambio.

“Mejorad ahora vuestros caminos y vuestras obras, y oíd la voz de Jehová vuestro Dios”
Jer. 26:13


Jeremías es conocido como el profeta que más lágrimas derramó, ya que anhelaba que el pueblo de Israel vuelva a los caminos de Dios. Sin duda los Israelitas eran escogidos de Dios, pero resulta muy triste y decepcionante ver como ves tras ves ellos caían en los mismos pecados. Pareciera que los hacían con intención de alejarse de Dios. El problema radicaba en que el pueblo de Israel estaba todavía conviviendo con hombres que tenían dioses falsos, a los cuales les rendían culto y los adoraban. Y los hijos de Dios muchas veces caían en estas cosas.
Nuestra vida se parece mucho al pueblo de Israel. Muchas veces nosotros, si bien no adoramos a dioses falsos propiamente dicho; si tenemos “otros dioses” que ocupan el lugar que le correspondería a Dios. Veamos un ejemplo comparativo. En las veinticuatro horas que tiene el día, dejando de lado las horas de descanso y de trabajo u otras responsabilidades. ¿Cuántas horas pasas en distracciones como la televisión, Internet, video juegos, deportes, música? Y ¿Cuánto tiempo dedicas a la oración y a la lectura de la Palabra de Dios? No se trata de hacer un legalismo absoluto y afirmar que mirar televisión ó estar en Internet ó practicar un deporte es un pecado y seremos condenados, de ninguna manera es ese el sentido. Por el contrario, se trata de “revisar nuestros caminos”. Ese consejo se lo dio Jeremías a un pueblo que no estaba eligiendo la mejor parte; pero ¿que es la mejor parte para nosotros? Sin duda que es la comunión con Dios. Lleguemos a los pies de la cruz de Cristo y reflexionemos en este día. Veamos los caminamos que transitamos y en que esta ocupada nuestra mente y nuestro corazón. Sepamos escuchar la voz de Jehová.

Si vamos por el camino equivocado, hagamos un CAMBIO de dirección.

Por Andrés Vellano.

Viernes 11. Comprobante de inscripción.

“El que no se hallo inscripto en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”
Ap. 20: 15


Hay muchas películas que se hacen sobre los relatos Bíblicos del Apocalipsis. Pero poco le importa al productor, mucho menos a los actores que lo que leen es la Palabra de Dios y que “esta establecido para los hombres que mueran una sola vez y después de esto el juicio”. Luego de que la iglesia de Dios (formada por todos los seres humanos que han creído en el Señor Jesucristo) sea arrebatada, comenzaran a vivirse los tiempos del Apocalipsis.
Pero al final de todos esos tiempos habrá “cielo nuevo y tierra nueva” (21:1) para todos los hijos de Dios. O sea para todos los que se hallaron inscriptos en Su libro. Cuando Dios pase lista, ¿podrás decir “presente”?. Ojala Dios pueda leer tu nombre.

No tardes en ir a El porque viene en breve (Ap. 22: 20).

Por Lucas Paulino.

Jueves 10. No me importa tu vida pasada.

"Tengo compasión de las gentes..."
Marcos 8:2



¿Por qué instalaría Richard Gilder una alarma de bomberos en su habitación? Como comisario de las viviendas de bajo costo de la ciudad de Nueva York, se preguntaba qué estaba causando tantos fuegos. Pero no se limitó a preguntarse sino que demostró una genuina inquietud. Siempre que se iniciaba un fuego en una de las viviendas, la alarma sonaba y Gilder corría al rescate. Ahora me pregunto si vos y yo tenemos la misma preocupación por las personas que pasan hambre, están enfermas y sufren por una gran opresión ¿Y que podemos decir de las almas que sin Jesucristo pasarán la eternidad en el infierno? ¿Qué tan preocupados estamos por su futuro? ¿Compartimos la misma compasión que motivó a nuestro Salvador? Mateo 9:36-38
El apóstol Pablo tenía esa gran preocupación, él anhelaba que sus compañeros Israelitas fueran salvos (Romanos 9:1-2). ¿Estamos lo suficientemente preocupados como para orar? Todos podemos hacer eso. ¿Nos importa tanto como para dar? podemos ser mayordomos fieles y contribuir para la obra de evangelizar. ¿Y en cuanto a testificar qué? Podemos hablar de nuestra fe, podemos escribir una carta, podemos mandar un S.M.S y en este punto te desafío a que lo puedas hacer lo mas breve y conciso posible (hazme saber si lo logras). Si nos importa haremos algo al respecto.

Amar a lo perdidos es el primer paso para llevarlos a Cristo.

Por Pablo baztan.