Martes 21. Como un reloj.

“…crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.”
Efesios 4: 15-16



La iglesia en donde me congrego está ubicada en un área rural. A unos 21 Km de la ciudad de La Paz en la provincia de Entre Ríos, Argentina. Hace unos años atrás comenzamos a construir algunas instalaciones para las actividades de los sábados y domingos, además de los campamentos y diversos encuentros. Todo eso sin duda que son bendiciones de Dios.
El mantenimiento del lugar y las nuevas contracciones demandan de la labor de todos los hermanos. Cada uno en su lugar haciendo lo que sabe, de esa manera la obra crece.
Muchas veces en las iglesias existen diferencias. Y es totalmente normal, pues somos personas y no todos pensamos de la misma manera. Pero lo que nos une es CRISTO. Y quien trata de separarnos es el diablo.
La congregación del Señor debe funcionar como un reloj, cada uno en su trabajito, sea grande o chico, y lo más importante, no dejemos que las diferencias nos estropee los engranajes del reloj.

Dejemos las pequeñeces y diferencias de lado, estemos en hora.

Por Andrés Vellano.

Lunes 20. Una vida abundante.

“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”
Juan 10: 10

Cuando analizamos la vida de los personajes más sobresalientes de la Biblia, encontramos que todos ellos tuvieron momentos de dificultad, dolor, confusión ó soledad. Seguramente como les paso a ellos, te ha pasado a ti.
Dios creó un mundo sin pecado, pero cuando este mal entra en el mundo, trae acarreado consigo todas las cosas dolorosas y malas que existen. Y satanás es el promotor de ello. Como dice el pasaje, el diablo quiere hurtar, matar y destruir todo en tu vida. Robarte la alegro, destruir tu fututo y finalmente borrarte de la faz de esta tierra. En cambio Dios desea que darte felicidad, regalarte un futuro y que vivas muchos años siéndole fiel.
Creyentes tengamos esto presente en nuestros corazones y no dejemos que satanás se involucre en nuestra vida.

Vivamos cerca de Dios, y el diablo no tendrá cabida en nuestra vida.

Por Andrés Vellano.