“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
Ni se enciende la lámpara y se pone debajo de un almud, sino en el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa."
Mat. 5:14-15.
Así me dice un amigo cuando una peli esta muy buena y hay una escena en la biblia llena de drama, suspenso, romance y acción donde una reina tiene el deber de actuar con autoridad y astucia para defender a su pueblo, mientras conquista al hombre que ama a su rey Est. 2:17. y Cada vez que la leo me hace acordar a esas películas sobre las reinas Inglesas que han tenido un gran papel a lo largo de la historia que han vivido por sus ideales por sus creencias y llevado a su pueblo al final que pretendían. Pero ésta película tiene una gran particularidad porque Ester no luchaba a favor de cualquier pueblo sino que era ni más ni menos “el pueblo de Dios”. Fue una mujer escogida por Dios para una gran misión (de película) y ¿sabes que? Si la cumplió y cuando eso sucedió “el pueblo tuvo luz y alegría, y gozo y honra”. (Est. 8:16). Déjame decirte que vos y yo no somos reyes pero si somos Hijos del Rey y como tales tenemos una misión que cumplir ser luz para las naciones por medio de nuestras “buenas obras (nada más ni nada menos)” las cuales se deben de llevar a cabo en medio de ésta sociedad para que realmente los que te rodean te puedan ver y así beneficiarse de tu luz. Ester nos enseña que no importa si sós varón, mujer, joven o adolescente vos sos príncipe o princesa Hijo/a de Dios y con un candelero en la mano. Úsalo.
Por Alexis Barolin.