"En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia."
Proverbios 17:17
Recordemos que el otro día Job tenía un problema y esperaba, como todos nosotros, que algún amigo le pudiera consolar. De los tres ninguno se acercó a las expectativas de Job.
Hoy veremos a uno que sí y ¿de qué manera? Si realmente nos sujetamos a su autoridad.
Muchas veces como Job, tú y yo necesitamos que Dios nos hable de alguna manera, (Job 10:2; 13:3-22; 23:5; 30:20.) porque el silencio de Dios nos hiere aun más que el dolor. Si Dios hablaba con Job y le mencionaba que fue llamado justo delante de todos sus siervos en el cielo, sin duda que Job se hubiese sentido muy orgulloso, pero Dios no quería esto para Job, ni para ti, ni para mi. Por eso Dios nos habla de las diferentes formas que ni nos imaginamos. Si somos un poco orgullosos nos hablará como a Job, como el Dios que es, Todosabio, Todopoderoso, Todobondadoso, y todo por medio de la naturaleza. Fue así como de pronto Job entendió su propia pequeñez “he aquí yo soy vil” dijo, y entendió su verdadero lugar ante Dios, (Job 42:1-6)
Eres de gran precio para Dios, no dejes que el orgullo te desvalorice. Job dijo al final cuando se dio cuenta de que todo no lo conocía, “de oídas te había oído; más ahora mis ojos te ven” (Job 42:6) esto es lo que Dios hace en ti cuando realmente te sujetas a su autoridad. Podrás entender los misterios de Dios.
Prosigue el blanco, Dios te bendiga.
Por Pablo Baztan.