Miércoles 25. No hay nadie.

“¿Quién acusara a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica”
Romanos 8: 33



Esta porción de la Palabra es sencillamente hermosa. El apóstol Pablo, les pregunta a los romanos si hay alguna persona que pueda acusar a los escogidos de Dios. ¿Habrá alguien en todo el mundo o todo el universo que pueda acusarnos del pecado delante de Dios? La respuesta está en la segunda parte de la cita, “Dios es el que justifica”
Cuando Jesús murió, nos da la salvación a aquellos que lo aceptan y desde ese momento somos “justificados” delante de Dios. Es decir que Dios mismo nos da la justificación de nuestros pecados (vale decir, el perdón) a través de Cristo. Y desde entonces, NADIE puede acusarnos.
MacDonald explica este pasaje diciéndolo de la siguiente manera: “¿Quién acusara a los escogidos de Dios? NADIE, PORQUE Dios es el que justifica”.
Queridos lectores, tengamos presente siempre la obra de Cristo a nuestro favor. Por su amor Dios entrego a su único Hijo para darnos vida en abundancia, para perdonarnos, para salvarnos, para JUSTIFICARNOS.

Por tu amor, tú diste tu vida,
por tu amor, salvaste la mía.
Soy tu deudor,
deudor de por vida. (Cantico)

Vivamos dignamente como hijos justificados por Dios y dignamente en la libertad que tenemos en Cristo.

Por Andrés Vellano.

Martes 24. Escudo.

“Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno"
Ef. 6:16


Que difícil es controlar nuestros pensamientos ¿no? La verdad muchas veces da miedo los pensamientos que se generan en nuestra mente, gracias a Dios tenemos la capacidad de clasificar que cosas decir y que no. Al decir esto no estoy justificando los malos pensamientos ¡NO! ¿Sabes? En Mateo 22:37 Jesús el dijo a un intérprete de la ley acerca del gran mandamiento: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y “con toda tu mente”. En otras palabras podríamos decir: en tu corazón, tu alma y en tu mente no tiene que haber lugar para cosas malas, incluidos los pensamientos. (Deut. 15:9; Pro. 21:4; Ecl. 10:20)
Toda decisión que tomamos es resultado de nuestros pensamientos ¡somos lo que pensamos! Por eso el apóstol dice que antes de vestirnos del nuevo hombre debemos renovar el ambiente en nuestra mente (Ef 4:23-24) y a partir de ahí van a cambiar nuestras obras.
La mente es un verdadero campo de batalla y es allí a donde el maligno apunta sus dardos de fuego. Dios nos invita a tomar el escudo de la fe es decir en el momento que tenemos que dar batalla hacer como Pablo llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo 2Co 10:5. Te animo a que empieces a llenar tu mente de las cosas de Dios es decir leamos su palabra pensemos en ella, hablemos con Dios de forma seguida y seamos transparentes en todas las áreas de nuestra vida para así evitar los ataques de satanás a través de nuestra mente y también fortalecer nuestro escudo, nuestra fe.

Por Alexis Barolin.