Miércoles 08. Conciencia de salvación.

“Y tomad el yelmo de la salvación"
Ef. 6:17


Para poder llevar un ritmo fijo, es decir mantener un ritmo constante sin salirse de tiempo es importante la concentración. Cuando voy a rendir una materia en la facultad intento concentrarme en esa materia, en todo lo que estudie para en el momento de dar el examen lo pueda hacer de la mejor forma. Pero me pasa que al centrar tanto mis pensamientos en una cosa en particular todo lo demás comienza a perder peso en mi mente, corazón y sentimientos. ¿Te ha pasado que necesitabas entregar un trabajo para tu jefe y parece que no llegas a terminarlo a tiempo entonces te dedicaste sólo a ese trabajo? ¿Te has puesto a pensar en todo lo que renunciaste para poder cumplir con el plazo?
Es importante para el estudiante llevar un ritmo de estudio, para el trabajador llevar un ritmo laboral. A cada uno nos toca tocar un ritmo de vida diferente el tuyo seguramente es muy distinto que el mío, con diferentes matices y notas pero si hay algo que debe haber en ambas partituras y es un principio y un final. Y mejor aún si ese principio y ese final de melodía es en presencia de nuestro Creador, que cada mañana podamos comenzar la jornada colocando en nuestro casco (cabeza) una conciencia de salvación y que a lo largo de ella por más fuerte, despacio, o escabroso que sea su ritmo podamos tener presente el gran amor de nuestro Padre capaz de darnos paz, consuelo y descanso en el momento que lo necesitemos.

Por Aléxis Barolin.