Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido..."
Lucas 19:10
Con mis hijos Shimy de 10 y Sebas de 7, de vez en cuando jugamos a las escondidas por las noches de verano y Sebas generalmente busca un escondrijo que para él es imposible de encontrar. Así que yo trato de hacerme el que no lo veo aunque es sencillo para uno más grande encontrarlo. Cuando es a la inversa, a ellos les lleva mucho tiempo y dedicación encontrarme (lo que yo debería hacer es decirle suavemente “aquí estoy Sebas”, en tal caso sería un padre perfecto) En manera similar, nosotros hemos sido hechos para buscar a Dios –palparlo- como el apóstol Pablo lo puso en evidencia (Hechos 17:27). Pero te doy una buena noticia: “Él no es difícil de encontrar porque”... “no está lejos de nosotros.” Él tiene el anhelo de tenernos cerca de él.
Escribió Dame Julián de Norwich siglos atrás; “Antes de llegar a conocer a Cristo, palpamos buscando a Dios en la oscuridad, pero si le buscamos con serenidad, sin muchos escándalos, él se nos dará a conocer”, porque Él recompensa a aquellos que lo buscan con fe y diligencia (Hebreos 11:6). Él Señor nos dirá con suavidad:”aquí estoy”
Buscad al Señor mientras pueda ser hallado, llamadle en tanto que esta cerca. (Isaías 55:6)
Por Pablo Baztan.