“[…] para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos”.
Juan 11: 52
Se dice que el hombre es un animal de costumbre. En cierta forma es verdad. Al vivir mucho tiempo en un lugar, uno se acostumbra a ir siempre al mismo supermercado, a sacar la basura al mismo horario, a cortarse el pelo en la misma peluquería, a comer siempre a la misma hora, a levantarse temprano, etc.
En la vida como hijos de Dios nos pasa lo mismo. Al vivir mucho tiempo en un mismo lugar, uno acostumbra a reunirse siempre en un mismo lugar. Siempre los mismos hermanos, los mismos ancianos, los mismos jóvenes, y todos nos conocemos de hace años. Pero a veces nos olvidamos que lejos o cerca de nosotros también hay más y más hermanos. Aunque estemos separados todos somos parte de la familia de Dios, de la Iglesia. Debemos respetarlos y amarlos como lo hacemos con los hermanos que se reúnen en nuestra congregación. Pensemos que cuando estemos en el cielo, vamos a estar todos juntos.
“Sois […] conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios”. (Efesios 2: 19)
por Lucas Paulino.
Miercoles 20. La niñez y adolescencia en Cristo II
"Y renovaos en el espíritu de vuestra mente."
Ef. 4:23
La adolescencia es una etapa de la vida donde experimentamos cambios en nuestro cuerpo, comenzamos a probar cosas nuevas. Pero lo peor para quienes la pasamos es que nos sentimos muchas veces como incomprendidos, como si ha nadie le importara lo que pensamos entonces con esa escusa comenzamos ha hacer lo que nos da la gana.
Entonces que es lo que sucede ¿acaso los cristianos no estamos autorizados a pasar por la adolescencia y la juventud? Si, dame el privilegio de decirte que si estamos autorizados. ¿Te acordas? Ayer te decía que hoy día estamos poco a poco cambiando nuestro concepto de ser cristianos, y el hecho de que seamos adolescentes agrava las cosas. Mira, cuando arrancamos un yuyo y queremos que no vuelva a florecer más, lo único que funciona es sacarlo de raíz, es decir atacar la base de la cuestión. Pablo con este asunto hizo lo mismo, el secreto está en “RENOVAR LA MENTE” esto no es otra cosa que entender y encarar cada rincón de nuestra vida, de la manera que Dios lo entiende. No importa si sos adolescente, joven, adulto o anciano, hoy Dios quiere que renueves tu forma de pensar.
Renovate
Por Aléxis Barolin.
Ef. 4:23
La adolescencia es una etapa de la vida donde experimentamos cambios en nuestro cuerpo, comenzamos a probar cosas nuevas. Pero lo peor para quienes la pasamos es que nos sentimos muchas veces como incomprendidos, como si ha nadie le importara lo que pensamos entonces con esa escusa comenzamos ha hacer lo que nos da la gana.
Entonces que es lo que sucede ¿acaso los cristianos no estamos autorizados a pasar por la adolescencia y la juventud? Si, dame el privilegio de decirte que si estamos autorizados. ¿Te acordas? Ayer te decía que hoy día estamos poco a poco cambiando nuestro concepto de ser cristianos, y el hecho de que seamos adolescentes agrava las cosas. Mira, cuando arrancamos un yuyo y queremos que no vuelva a florecer más, lo único que funciona es sacarlo de raíz, es decir atacar la base de la cuestión. Pablo con este asunto hizo lo mismo, el secreto está en “RENOVAR LA MENTE” esto no es otra cosa que entender y encarar cada rincón de nuestra vida, de la manera que Dios lo entiende. No importa si sos adolescente, joven, adulto o anciano, hoy Dios quiere que renueves tu forma de pensar.
Renovate
Por Aléxis Barolin.
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