Sábado 12/ Domingo 13. Muchos granos, un pan.

“Para que todos seas uno; como tú, oh Padre, en mi, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros.”
Juan 17: 21a


Al cosechar el trigo fácilmente nos damos cuenta de que no es “un grano”, sino que son muchos. Miles de millones de granos son cosechados y posteriormente molidos para que se forme un solo cuerpo, el pan. De muchos granos, semejante en naturaleza, pero distinto uno de otro; vamos a obtener un solo cuerpo.
Los creyentes en el mundo somos miles de miles. Todos somos distintos en la manera de pensar, de actuar, con respecto a las costumbres, el carácter y muchas cosas más. Pero hay algo que tenemos en común; que un día Cristo entró en nuestra vida y nos salvó de la condenación eterna. Ahora somos un cuerpo en Cristo Jesús. Ya no somos más un puñado de granos, sino un solo pan.
Muchas veces pareciera que miramos hacia atrás y vemos las diferencias que tenemos con los demás hermanos, ¡que triste! Jesús mismo antes de morir le rogó al Padre para que nosotros estemos unidos; ¿no sería oportuno dejar de mirar a mi hermano con ojos que buscan diferencias, para mirarlo con ojos de amor, sabiendo que debemos ser uno en el Señor? Que Dios nos de fuerzas para hacer esto así.

Por Andrés Vellano.