Sabado 20/ Domingo 21. Buena raíz.

“Si la raíz es santa, también lo son las ramas.”
Romanos 11: 16


Intentando deshacerme de un árbol que estaba en un lugar inadecuado, puesto que sobre ese lugar debía pasar una edificación. Me puse delante de este y en silencio pensaba como me podía deshacer del mismo. Luego de un momento dije, “lo voy a cortar al ras del suelo con el hacha”, y eso hice. Pero pasado algún tiempo, cuando volví al mismo lugar, no encontré una raíz seca, sino que me encontré con muchos rebrotes que se estaban convirtiendo en verdes ramas que ganaban altura día a día. Entonces, decidido a acabar con el, volví a cortarlo, pero esta vez no solo sus ramas, sino que cavé alrededor del tronco buscando cortar las raíces que se extendían hacia los lados. Al cabo de poco tiempo, el árbol murió.
El apóstol Pablo, a través de las Escrituras nos enseña que nuestra raíz debe ser santa, para que podamos desarrollarnos con fuerza en nuestra vida espiritual. Desde la raíz el árbol o la planta se nutre, toma el alimento vital y la fuerza para crecer, florecerse y dar frutos. Si la raíz es mala, serán malos los rebrotes y los frutos. Pero si la raíz por donde nutrimos nuestra mente, nuestro corazón, nuestros deseos, nuestras aspiraciones…, es Cristo, entonces los frutos serán buenos. Porque vienen de Dios, y sabemos, El es Santo (Is. 6: 3). Y como dice Pablo, si la raíz es Santa, lo serán las ramas.
Busquemos que cada día, nuestra fuente de alimento en Dios, encontraremos en la Palabra los nutrientes eternos que nos fortalecerán. No busquemos en la sabiduría de los hombres ni en las cosas del mundo nuestro alimento.

Buena raíz, sin duda, buenas ramas.

Por Andrés vellano.