Miércoles 22. ¿Te sientes un gusano?

“Se siembra en deshonra, resucitará en honra, se siembra en debilidad, resucitará en poder”
1 Corintios 15:43


Cuando era niño, muchas veces en el campo veía colgar unos capullos verdes con detalles (puntitos) que parecían de oro, en mi ignorancia, la primera vez pensé que era un animal que buscaba oro para decorar su cápsula, así que ya me imaginaba una mina de oro cerca. Corté la ramita y me la llevé cerca de casa y la veía todos los días hasta que un día fui y encontré la capsula vacía, y en el piso una hermosa mariposa monarca con sus alas todavía mojadas (Junto con la mariposa se me cayó el negocio, ja).
El ciclo de vida de las mariposas tiene cuatro etapas, el huevo, la larva, la crisálida y el adulto. Empieza con un huevo, la simiente de la mariposa, el cual incuba en un feo gusano. Pero éste no es su destino, el gusano debe “morir” para dar a luz la mariposa.
Este gusano nos recuerda a los seres humanos, que necesitamos una transformación, un nuevo nacimiento espiritual, (Juan 3:3)
La mariposa liberada de su tumba crisálida ilustra la transformación que ocurrirá cuando Cristo venga y cambie nuestros cuerpos terrenales en cuerpos gloriosos adecuados para la vida en el cielo (1Corintios 15:42-44).
Si has reconocido tus pecados ante Dios y recibiste lo que Jesús hizo por ti eres un hijo de Dios. Así que la próxima vez que veas una mariposa, recuerda el cambio que Cristo hizo en ti cuando depositaste tu fe en Él, luego espera con gozo la resurrección para que tu transformación sea completa.

La resurrección de Cristo, garantiza la nuestra.


Por Pablo Baztan.