Miércoles 21. Mentira.

Mentira: La lujuria no es gran cosa


Verdad: “Porque vergonzoso pecado es la lujuria; crimen que debe castigarse. Es Fuego devastador que nos consume y nos lanza al infierno y que arrancaría de raíz cuanto yo he plantado”. (Job 31:11-12)


A veces es muy difícil comprender la dimensión de nuestros pecados y más difícil es cuando esos pecados no son juzgados por la sociedad. La lujuria (se traduce como la relación sexual ilícita, el Señor Jesús dijo que adulteramos con nuestro corazón y también allí tiene su inicio la lujuria) es común, algo de lo que los miembros mismos de la sociedad parecieran hasta que se sienten “orgullosos”; porque es moneda corriente este tema en las conversaciones de adolescentes, jóvenes y adultos. Es por ello que se nos hace difícil comprender el odio de Dios hacia tal pecado. Si llegáramos a mentir u ofender a alguien dentro de la iglesia seriamos reprendidos por los pastores e instruidos de nuevo en el camino correcto, entonces dejaríamos de hacer eso que estábamos haciendo mal. Pero cuando pecamos con nuestros pensamientos no hay pastores que lo sepan porque no pueden leer la mente, solo vos y Dios lo saben, esto hace que muchas veces no les demos importancia a este pecado y sigamos como si nada ocurrió. Pero el seguir el mismo camino sin dar la media vuelta hace que volvamos a caer y otra vez y otra… Este pecado de apoco nos va consumiendo, nos derriba moralmente y lo más probable es que tarde o temprano te va a llevar a errar físicamente y eso si se ve.
Dios quiere que como su hijo amado cuides tu forma de pensar, tu cuerpo y tu integridad porque eso es santidad, comunión con tu Santo Padre. Sabes, una vida íntegra donde guardas todo tu ser como Dios lo quiere, es una vida que tiene confianza, seguridad y mucho valor. 1Ts. 5:23.

Por Aléxis Barolin.