“Es, pues, la fe certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”
Hebreos 11: 1
Es difícil comenzar a escribir sobre la fe, ya que hay muchísimo para estudiar y leer sobre este tema tan importante para cada hijo de Dios. Pero sin entrar en un exhaustivo examen de la misma, quisiera decir unas pocas y claras palabras sobre la fe; y la firmeza que cada creyente debe tener en Dios, con una base sólida en la fe.
Sabemos que la fe en Dios, es, sencillamente creer en El, aunque no le hayamos visto nunca. Sinónimos de fe serian: confianza, seguridad, creer, entre otros. Por eso se puede decir que tener una fe firme en Dios es entregar nuestra vida a El y vivir confiadamente, sabiendo que Dios jamás nos dejará solos y nunca quedaremos abandonados. Por más que las riquezas materiales se esfumen, los amigos se alejen, la familia tome distancia; Dios estará con cada hijo suyo durante cada día de su vida en esta tierra como así en la eternidad.
Tristemente muchos creyentes no vivimos en una comunión plena con Dios y nuestra fe se va desgastando…, cuando todo anda sobre ruedas no nos acordamos de orar o de leer las Sagradas Escrituras. O cuando un problema aparece, tratamos de resolverlo con nuestras propias fuerzas. Unas horas antes de ponerme a escribir esto, un problema se suscito en mi vida…, fue tan rápido que parecía un relámpago. Trate por muchos medios de solucionarlo sin tener éxito. Hasta que clame a Dios, dejando todo en sus manos de amor, entregué mi confianza y todas mis preocupaciones a El por medio de la oración. Y tiernamente la solución y la ayuda comenzaron a llegar.
Queridos hermanos, tengamos una fe firme cada día que pasemos en este mundo. Sepamos que Dios es un Dios de amor y que nunca nos abandonará. Por más que haya dolor, dejémosle todo en sus manos poderosas y esperemos en El.
Por Andrés Vellano.