Miercoles 30. Venecia

“Sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera a la verdad, se muestran hermosos, más por dentro están llenos de huesos de muerto y de toda inmundicia.”
Mateo 23:27


Venecia es uno de los destinos turísticos más antiguos del mundo. Diversas compañías de viajes llegan hasta allí con personas de todo el planeta para ver la cuidad portuaria más famosa que existe.
El paisaje veneciano se completa con pequeños puentes y callezuelas de agua, por donde circulan las embarcaciones de pequeño calado y las infaltables góndolas. Adentrando más a la cuidad se encuentra la famosa “Plaza San Marcos” rodeada de históricos edificios y catedrales. Y observando en dirección del mar Tirreno se encuentran los gigantescos cruzaron internacionales.
Pero también hay una cara oculta de esta ciudad. Las ratas tomando agua cercas de las alcantarillas, los callejones con olores desagradables, la humedad haciéndose dueña de las casas y el tan famoso festival de Venezia, que se vuelve un culto pagano que cada año se celebra en sus calles.
Sin duda este lugar tiene dos caras ¿no te parece? Tener dos caras me hace pensar en algo opaco y oculto. Ya que siempre una cara es la que se desea mostrar. Las empresas turísticas no muestran las ratas. Y otra que evitamos a toda costa. Jesucristo fue exactamente igual por dentro y por fuera. Lo que decía y enseñaba, esto hacia. Que podemos tomar su ejemplo y ser transparentes siempre. Que lo que somos por dentro y en lo intimo, concuerde con lo que somos delante de los demás.

Adentro igual que afuera.

Por Andrés Vellano.