Miércoles 04. Ajustándonos el cinto I

"Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad"
Ef. 6:14


Para comenzar a hablar de nuestra armadura vamos a seguir el orden que el apóstol Pablo le dio en la carta a los efesios. Por ello como primer parte de nuestra vestimenta tenemos que considerar el “cinturón” de una armadura romana que cumplía con dos funciones importantes.
1. Era el encargado de mantener unidas todas las partes de la armadura. Es decir sin el cinturón puesto todo se caía.
2. El cinturón servía para enganchar la espada y en algunos casos también el escudo.
¿Cual es entonces el cinturón en nuestras vidas? Así es …ceñidos vuestros lomos con la verdad…
Dios nos manda a “ceñir nuestros lomos” es decir, agarrarnos bien y poner sobre ella todas nuestras fortalezas, descansar completamente en la verdad. Más hoy día cuando todo es relativo y algo que es malo mirándolo de otra forma ya no lo es tanto. Vos y yo tenemos a nuestro alcance algo tan preciado como la Palabra de Dios. Te animo a que no te canses ni te desanimes a estudiar aquella que es la única:
Absoluta verdad absoluta

Nuestro desafío para hoy está en Pro 23:23.

Por Aléxis Barolin.

Martes 03. Un libertador.

“Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos”
2da de Pedro 2: 9


Siempre admiré al General Don José de San Martín. Este hombre con solo doce años fue a la academia de armas de España, y desde ahí en adelante lucho en numerosas guerras y batallas. Entre sus honores más grandes se lo tiene como libertador de la Republica Argentina, Republica de Chile y de la República del Perú. San Martín es considerado un libertador, no solo de los países nombrados, sino también libertador de la esclavitud y la opresión de nuestros pueblos.
El Señor Jesús es nuestro gran Libertador. El nos ha librado de las garras de la muerte eterna (el infierno), pagando con su sangre el precio de nuestra libertad.
Pero desde que una persona acepta a Cristo como Salvador, la vida de la tal cambia. Pues, antes estaba en las tinieblas, haciendo cosas que deshonran a Dios; sin embargo ahora esta en la luz, intentando llevar una vida digna de un hijo de Dios. Digo “intentando” porque a veces tenemos caídas y volvemos a hacer cosas que deshonran el nombre de Dios. Satanás nos tienta con cosas de este mundo, placeres temporales, para que desobedezcamos la Santa Palabra de Dios. Pero sabiendo esto, tenemos que saber y tener bien claro, que el Señor nos da la puerta para que escapemos de la tentación y tengamos una vida plena y santa.

Recordá: cada vez que el diablo te tiente, Dios te da la posibilidad de ser liberado del pecado. Pero la decisión es tuya.

Por Andrés Vellano.