Martes 29. El grito.

"Jesús clamó a gran voz"
Marcos 15:34


Tal vez si quisiéramos gritar para que nos oigan de algún lado, tendríamos que hacerlo muy fuerte.
Muchos hoy en día se esfuerzan por producir el grito más fuerte, y verdaderamente hay gritos que son ensordecedores, y otros naturales que son de frecuencias bajas, que se logran escuchar a grandes distancias, (estos provienen de animales como el elefante, león.) Pero el grito que trascendió todos los limites fue, uno que proféticamente ya se encontraba en las Escrituras y que se cumplió hace ya más de 2000 años (Salmos 22:1) “Dios mío, Dios mío, ¿porque me has desamparado? ¿Por qué estas tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?”, esto está documentado en (Marcos 15:34) “y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi Eloi ¿lama sabactani? Que quiere decir Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has desamparado? Y este grito no fue ensordecedor sino que tuvo una frecuencia única porque se efectuó en el año 0 y es escuchado aun hoy en día, tan claro que muchos son tocados por este grito del Señor Jesús y en sus corazones se produce un cambio como lo ha hecho en todos estos tiempos.
Si prestas atención hoy lo puedes escuchar y puede ser tu día número uno con el Señor. ¿Estás dispuesto a escucharlo? Se necesita fe porque sin fe no se puede escuchar esta frecuencia.

Recuerda: este grito no aturde, es más es dulce y luego de escucharlo es el grito de nuestra salvación.

Por Pablo Baztan.