Viernes 14. Rencor.

“Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Edom, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque persiguió a espada a su hermano, y violó todo afecto natural; y en su furor le ha robado siempre, y perpetuamente ha guardado el rencor.”
Amós 1:11


Cuando Esaú vendió su primogenitura a Jacob, fue llamado Edom. Desde aquel momento la relación entre ellos nunca volvió a ser la misma. Los años pasaron, y de esos hermanos se formaron dos grandes pueblos, Israel y Edom. Pese al tiempo, los edomitas nunca pudieron borrar ese rencor hacia sus hermanos. Pese a que siempre se mantuvieron al margen, no generando guerra contra el pueblo de Dios, se aprovecharon de los Israelitas cuando estaban siendo afligidos por otro pueblo, se gozaron de su dolor, echaron mano de sus bienes, y mataron a los que lograban escapar.
Cuantas veces en nuestra vida llevamos un rencor dentro contra alguien, por un rose que tuvimos alguna vez, por un mal entendido que ocurrió, por un error de alguno o por algún motivo que ya ni recordamos.
Es hora que nos comportemos como verdaderos cristianos, ejerciendo el perdón y no alentando al rencor.

Ve, habla con quien tenés que hablar.

Por Nicolás Bruselario.