Martes 06. Encarcelados en Filipos.

“Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad”.
Hechos 16: 23

Pablo y Silas predicaban al Señor en Filipos sin ningún problema. Es mas se convierte Lidia la vendedora de púrpura. Pero les sale al encuentro una mujer que tenía espíritu de adivinación. Pablo quita este espíritu de la mujer, sus amos se enojan, los azotan y los echan en la cárcel. Con el dolor en sus espaldas por los azotes y los golpes, Pablo y Silas no se callan. A medianoche oraban y cantaban y los presos los oían. Estaban en el calabozo de mas adentro y sin embargo alababan a Dios. ¡Que coraje! Pienso que si hubiese estado yo habría rogado al Señor que me librase y nada mas que eso. Siempre pasamos por algún “dolor” como el menosprecio o la indiferencia a causa del nombre del Señor pero nada se compara a lo que estos hombres sufrían.
Sin embargo hay circunstancias en nuestra vida en las que nos sentimos agobiados por el mundo que nos rodea. Por ejemplo cuando somos objeto de burla en la escuela o el trabajo por no andar como andan nuestros compañeros. O cuando vamos por la calle, vestidos para ir a la reunión, nunca faltan las miradas de desprecio. En fin, seguramente habrás pasado algún momento desagradable por ser hijo de Dios. Al respecto el mismo Señor nos dice: “en el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16: 33). Y el apóstol Pablo al final de su vida, escribiendo a Timoteo: “Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo” (2° Timoteo 2:3).
Así que si pasas por alguna prueba por ser Hijo de Dios piensa en Pablo y Silas cuando los azotaban en Filipos, y recuerda que das testimonio de que el Señor Jesús esta en tu corazón.

“Ya la noche pasara con su pavor;
de tus penas ya no temas.
Hoy trabaja, ora y sirve a tu Señor,
pronto el sol alumbrara en tu corazón”.

“Cántico celeste en la noche tendrás,
en tu corazón aunque en aflicción;
fácil es cantar cuando reina la paz,
pero en el dolor es mejor cantar”.


Por Lucas Paulino.