Sábado 18/ Domingo 19. Los dos palos.

“Hijo de hombre, toma ahora un palo, y escribe en él: Para Judá, y para los hijos de Israel sus compañeros. Toma después otro palo, y escribe en él: Para José, palo de Efraín, y para toda la casa de Israel sus compañeros. Júntalos luego el uno con el otro, para que sean uno solo, y serán uno solo en tu mano”.
Ezequiel 37:17-18


Este mensaje de Dios para su pueblo Israel comienza de igual manera que los otros. Sin embargo aquí no habla de truenos ni relámpagos, solo de dos palos, escritos con los nombres de las tribus de Israel: los del sur (Judá, y los otros), y los del norte (José y las restantes). Dios pide a Ezequiel que los junte en su mano, para que sean uno solo en su mano.
Este es un mensaje para los judíos en el tiempo futuro, que todavía no se cumplió. Pero cuando esto se manifieste sabrán las naciones que Jehová es Dios y que cumple lo que promete.
Entonces, este es un mensaje de esperanza para los judíos como nación. Pero tú y yo tenemos un mensaje de esperanza para el resto de la humanidad, judíos, griegos, latinos, musulmanes, para que todos ellos sean uno con nosotros en Cristo Jesús, y eso sólo puede ser si somos buenos obreros de Dios.
¿Estás siendo obediente en llevar y comunicar el evangelio a los que no tienen esperanza? Tal vez no tengas el “don” de hablar, tu vida es el mejor comunicador, ¿Se refleja Cristo en ella? Recuerda que Cristo puso en tu mano dos palos juntos, no los separes, no hagas diferencias, para Dios todas las personas tienen un valor muy precioso.

¡Prosigue el blanco, Dios te bendiga!

Por Pablo Baztan.