Viernes 22. Semana Santa (II): Viernes.

“Más Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.”
Mateo 27: 50


El día viernes, al amanecer, Jesucristo es llevado ante las autoridades romanas, puesto que solo ellos tenían el poder de crucificarle. Nuevamente es acusado y antes de ser condenado a muerte, es llevado al patio de castigos. Allí los soldados romanos le ponen una corona de espinas, le torturan y le obligan a llevar su cruz, hasta el Gólgota, ó lugar de la calavera.
Jesús estuvo clavado en la cruz por tres horas, desde la hora sexta judía (12hs del mediodía) hasta la hora novena (15hs). En esas tres horas de angustia, El estuvo solo. Las tinieblas reinaros sobre la faz de la tierra, y Cristo exclamó, “consumado es” y entregó el espíritu. La consumación de nuestra salvación, el regalo de la vida eterna para aquellos que le aceptan como salvador, el precio de nuestra paz y la sanidad de nuestros pecados fueron consumados por la obra de Cristo. El justo, por nosotros, injustos pecadores. El estuvo en el lugar que nos correspondía a nosotros.
Esa noche José de Arimatéa sepulto el cuerpo del Salvador.

Por Andrés Vellano.

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