Miércoles 16. Perdido.

“Buscad al que hace las Pléyades y el Orión, y vuelve las tinieblas en mañana, y hace oscurecer el día como noche; el que llama las aguas del mar, y las derrama sobre la tierra; Jehová es su nombre.”
Amós 5: 8



¿Alguna vez te has perdido o desorientado? tengo que reconocer que a mi me ha pasado. Soy profesor de geografía y he estudiado cartografía, pero debo decir que en ocasiones he perdido el rumbo. Hay varias formas de encontrar el camino; una es ver el sol para reconocer los puntos cardinales. El sol sale por el Este, por lo tanto si todavía no es mediodía, apunto con mi brazo derecho al sol y automáticamente en frente mío quedará señalado el norte. Los antiguos marinos se guiaban por mapas de estrellas (Pléyades). O simplemente podemos utilizar un mapa, plano o una brújula. Todo esto es muy bueno para recobrar el rumbo. Pero, ¿que hacer si perdimos el rumbo de nuestra vida? Aún siendo hijos de Dios, muchas veces podemos perdernos en los laberintos del mundo y fácilmente nos desorientamos.
Bueno, no podemos encontrar mejor guía en Aquel que creo las Pléyades, el Orión, el que hace las luces y las tinieblas. Si, el mismo Dios. Solo en El podremos encontrar el rumbo para vivir esta vida. En El hallaremos los caminos del gozo, caminos que son eternos.
Si estas confundido, busca al Creador y ruégale que te muestre el camino por donde debes andar. Dios jamás deja sin respuesta y sin contestación a quienes le buscan.

Por Andrés Vellano

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