Sabado 19. Espejito: ¿Cómo está mi rostro hoy?

“…Nosotros todos mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen...”
2ª Corintios 3:18


Tengo una teoría de que cuando cumples los 50 años tienes el rostro que te mereces, bueno, no es muy alentador que digamos ¿no? Personalmente a mis 31 años estoy pasando por un momento muy bueno, Dios me está regalando mi tercer hijo y esto me hace sentir feliz, (aunque mi esposa dice que no le he avisado a mi cara). Pero dice esta teoría que después de cinco décadas de fruncir el ceño, o reír, o mostrar preocupación, queda mostrado en nuestros rostros un vivo recordatorio de que todos los días ponemos una cara que dice al mundo mucho sobre nosotros. En la Biblia no se menciona la cirugía estética, pero sí presenta el asombroso concepto de que conocer a Cristo y pasar tiempo en oración y leyendo su Palabra, puede afectar nuestra apariencia. Cuando Moisés bajo del monte Sinaí después de reunirse con Dios su rostro brillaba tanto que los hijos de Israel no podían mirarlo, (Éxodo 34:29-30, 2ª Corintios 3:7). El apóstol Pablo comparó esa gloria, con la gloria aún mayor que experimentarán los que tienen una relación personal con Cristo. Dijo que estamos siendo transformados por el Espíritu Santo, el cual mora en nosotros, y nos estamos pareciendo cada vez más a Cristo Jesús. (2ª Corintios 3:18)
Aunque la comunión con Cristo no nos dé un rostro perfecto, puede reemplazar las causas de enojos y la frente arrugada, por una paz interior que muestre la belleza de Cristo a través de nosotros. ¿Cuántas veces te dijeron que te pereces a Jesús?

Cuando te mires al espejo pregúntate si estás reflejando a Jesús.

Por Pablo Baztan.

No hay comentarios: