16 de Nov. Los Verbos

“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”
Jun 1:14



Desde niño en la escuela me habían enseñado que los “verbos” son las acciones, lo que hacemos. Mi idea sobre los verbos no era muy desacertada, pero tampoco era lo correcto, ¿sabias? La palabra Verbo (logos) tiene su origen en griego y hace referencia a la “palabra viva”.
Al Señor Jesús se lo llamó “el Verbo” (Juan 1:1) ¿Por qué?
Dejáme indicarte 3 puntos:
1) Su existencia eterna: En el principio era el verbo.
2) Su deidad esencial, el verbo era Dios.
3) Su personalidad propia, el verbo era con Dios.
El Señor Jesús es la sustancia y la expresión de la mente de Dios con respecto al hombre, y el término cubre lo que fue en la tierra para el hombre: vida, luz y amor.
Quizá la palabra verbo no signifique justamente acción como yo pensaba, pero si hay algo de lo que estoy seguro es que este verbo. Es que estuvo lleno de acción, su estadía sobre la tierra no paso desapercibida, sino pregúntales a los sacerdotes del templo, a los escribas, a los fariseos. Creo que los gadarenos de la época te pueden contar algo de Jesús, ese verbo genial que no paro un solo segundo de revelarnos las maravillas de Dios.
Tal vez hoy no podamos ver su gloria como lo hicieron Pedro, Juan y Jacobo. Tampoco lo vamos a ver en carne y hueso sanando enfermos o calmando tempestades.
Pero todavía este Verbo sigue actuando, y con mucho poder, haciendo cosas mucho más impactantes que curar a un ciego. Hoy este Verbo está dispuesto a cambiar vidas. Para eso Él necesita que dejes ese lugar de comodidad en el que estás y te muevas, que actúes, en otras palabras, que seas VERBO.

Ponete en acción y se un verbo en presente

Por Alexis Barolin.

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