Miércoles 22. La quemadura del pecado.

“Teme a Jehová y apártate del mal; porque será medicina a tu cuerpo y refrigerio para tus huesos”
Proverbios 3: 7-8


En nuestro país (Argentina), y más precisamente en el norte de la provincia de Entre Ríos, la temperatura a fin de la primavera y principio del verano supera fácilmente los 30°C. En horas del mediodía aumenta aún más. Exponerse al sol en ese horario garantiza dos cosas: mucha transpiración y una buena quemada de piel. Recientemente (y lamentablemente para mí) estuve expuesto al sol del mediodía. Y como es de esperar, tengo la piel bastante quemada. Lo cierto es que duele mucho, por ello a cada instante me unto aloe vera, una planta que tiene un líquido en su interior que alivia de manera instantánea el ardor.
Quería utilizar la presente ilustración para hacer referencia al pecado. Exponernos al pecado es peor que estar bajo el sol del mediodía. No se quema nuestra piel, sino que resulta lastimado el corazón. Si por pasar tiempo bajo el sol, uno transpira y se quema; por pasar tiempo con el pecado, uno pierde la comunión con Dios, y resulta lastimado.
Si hemos pasamos por el pecado y estamos heridos, necesitamos de algo más que de aloe vera, necesitamos volver a Jehová, temer a Jehová y apartarnos de mal. Solo así recibiremos esa medicina para las quemaduras y el refrigerio de volver a entablar la comunión con Dios.

En tiempos que hace tanto “calor”, cuidémonos del exponernos al sol del pecado.

Por Andrés Vellano.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me contó Giovani como viajaron al medio día y se quemaron con el sol; muy bueno tu comentario y la aplicación con respecto al pecado. Muchas bendiciones Andrecito.