Sábado 25/ Domingo 26. Iluminares.

“este pobre clamó, y le oyó Jehová,…los que miraron a el fueron alumbrados,”
Salmos 34:6 y 5


Un viernes en la reunión de oración de nuestra iglesia, nuestro hermano Gastón, compartía de la Palabra de Dios en este capitulo, y Dios nos habló de su protección y de lo que El es y que nuestra alabanza debe ser siempre en temor de El. En estos versículos podemos ver que todas las personas pueden recibir de Dios estas bendiciones, (su protección, el honor de alabar al único Dios, y de saber que estamos en sus manos), los que dicen ser pobres, y los que se creen comunes. Sólo hace falta mirar hacia arriba (a Dios) es una mirada especial que todos alguna vez la tuvimos, tú puedes decir que miras arriba todas las veces que pierdes un gol, pero una mirada con fe a Dios es cuando te das cuenta de que no podes más, que no hay nada que te pueda salvar de un momento difícil, de tus cargas, de tus pecados que te empujan al infierno, ahí es cuando “miras” y buscas en lo alto.
Yo una vez miré a lo alto y solo vi el techo de mi cuarto, pero en mi espíritu se que mi Dios oyó el clamor de mi alma porque Él oye el clamor del pobre, y ese momento supe que mi rostro brilló y hoy debe ser igual. Si tú miraste “arriba” tu rostro debe deslumbrar,… debe irradiar alegría y paz, pues Dios ilumina a quien realmente le mira con fe.

Por Pablo Baztan.

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