Miercoles 24. Homosexualidad

“Pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres dejando el uso natural de la mujer, y se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres.”
Romanos 1: 26-27

(Se recomienda leer el cap 1 de Rom. Desde el verso 18 al 32)


La homosexualidad no es cosa de nuestros días. Ya desde tiempos remotos los hombres y las mujeres comenzaron a tener este tipo de comportamiento. La diferencia es que en nuestros días esta visto como algo “normal”, es decir que la sociedad del siglo XXI acepta que dos personas del mismo sexo pueden estar juntas sin nada de que avergonzarse.
En países de Europa dos mujeres lesbianas pueden casarse y adoptar hijos, como también los hombres. En nuestro país (Rep. Argentina) esto todavía no se da, pero si ya hubo un casamiento entre dos hombres y un homosexual adopto dos niños.
Pero lo que debemos preguntarnos es ¿que dice Dios de esto?, sabemos que la sociedad lo acepta y parece algo “normal”. Pero Dios dice algo muy distinto.
En primer lugar solo hay dos opciones de género, varón o mujer, “y creo Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creo, VARON y HEMBRA los creó” (Gn. 1: 27) Dios no creo un tercer género, solo dos.
En segundo lugar, Dios no admite que una persona cambie ese género, y los que lo hacen, no podrán entrar en la gloria de Dios. En 1ra de Corintios 6: 9-10 leemos “¿No sabéis que los injustos no heredaran el reino de Dios? No erréis: ni los fornicarios, ni los idólatras, NI LOS AFEMINADOS, NI LOS QUE SE HECHAN CON VARONES…,(no) heredaran el reino de Dios”
La Palabra de Dios es clara y no se puede cambiar. Las opiniones humanas son variadas conforme a este tema. Pero quienes quieren tener en cuenta a Dios en sus vidas deben saber que para Dios no hay grises, solo blanco o negro. Dios no exige nada a los seres humanos, nos deja que hagamos todo lo que queremos. Pero eso si, algún día daremos cuenta, nos guste o no, delante del trono de Dios…, y ahí cada uno será juzgado y recibirá según la vida que tuvo en este mundo y según las cosas que hizo. “sobre todas estas cosas TE JUZGARÁ DIOS” (Ec. 11: 9).
No creamos que debemos aislarnos y dar la espalda a las personas que tienen estás inclinaciones. Muchas veces estas inclinaciones son por traumas de la infancia, abusos, problemas familiares (no constituye una excusa, claro esta). Por el contrario hay que acercarse a ellos y hablarles de lo que Dios dice con respecto a este tema, y mostrarles el amor de Dios, que excede todo conocimiento, y también que Dios es capaz de perdonar los pecados de aquellos que se arrepienten.

No dejemos de tener presente SIEMPRE, lo que Dios acepta y lo que no.

Por Andrés Vellano.

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