Jueves 09. Huesos secos.

"La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes."
Ezequiel 37:1-3


Esta es una interpretación de una profecía acerca del pueblo de Israel, cuando ellos se sentían destruidos y sin esperanza, entonces Dios hizo que Ezequiel viera por medio del espíritu, esta visión.
Este pueblo estaba sin esperanza, pero Dios que es rico en misericordia restablece esta posición, comienza a reunir los huesos y luego les da tendones y carne con piel, (esto nos da a entender que los israelitas por más que estén desparramados por todo el mundo, Dios los está juntando y fortaleciendo para ser un pueblo unido y fuerte) no sólo lo hace unido y fuerte sino que le da aliento de vida, para vivir una vida de acuerdo con los propósitos de Él.
¿No te a pasado que a veces te sientes débil, casi como muerto espiritualmente y que no tienes fuerzas?, a mi sí.
Y es ahí donde veo que se cumple esta profecía, Dios es tan grande que se fija en mí, luego que reconozco y corrijo mi error, el me restaura, (reúne los huesos) fortalece, (pone tendones y carne) da seguridad, (con la piel) trabajo para el, (vida).
“El amor de Dios es grande, no podrá jamás cesar, más aumenta, más se expande, cuanto más le dan lugar.”

¡Prosigue el blanco, Dios te bendiga!

Por Pablo Baztan.

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