Martes 10/ Miércoles 11. Un salmo de paz (VII).

“ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días.”
Salmo 23: 6



El regalo de vivir una vida junto al Pastor, consiste en una vida terrenal llena de misericordia. Debemos tener presente que el viejo hombre y la vieja naturaleza, muchas veces nos hacen desobedecer de los mandamientos de Dios. Pues bien, el creyente goza de una misericordia ininterrumpida de parte de Dios, mientras esté aquí en la tierra. De ninguna manera es una excusa para pecar, claro esta.
Y el fin es la casa del Pastor, la casa de Jehová. Allí moraremos largos días, vale decir días eternos.
Estimado lector, aquí llegamos al final de esta seria “Un salmo de paz”. Este titulo se debe a que el Salmo 23, proporciona paz a cada creyente. Por más dificultosa que sea la situación. Gocémonos en vivir una vida ligada a quien nos amó y nos lavó con su sangre (Ap. 1: 5). Vivamos cerca del Jehová. Cerca del gran Pastor.

Dios le bendiga ricamente.

Por Andrés Vellano.

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