Lunes 17. Ni con diez mil ayos.

"Por tanto, os ruego que me imitéis."
1 Corintios 4:16


Un gran apóstol nos muestra el ministerio de un verdadero apóstol de Jesús. Viste que cuando estamos trabajando en la iglesia, por ejemplo, si el que está revocando te pide que lo hagas por un momento así el descansa, si este lo venia haciendo bien, vos no podes volcar el balde, hacerlo torcido o ensuciar al que esta enfrente… ¿Quieres agarrar el balde de la obra para Cristo? He aquí lo que el apóstol nos recomienda: (1Corintios 4:1) Fidelidad a Dios, ser irreprensibles de los hombres, tener buena conciencia y no auto-exaltarnos
Por otra parte, también tenemos que estar preparados para los padecimientos que nos puedan sobrevenir por causa de la obra, (no quiero que te desanimes solo que Dios quiere que no nos sorprendan los problemas). El apóstol dice que no escribe esto para avergonzarnos sino para amonestarnos como a hijos muy amados.
Te pregunto ¿será que por tener diez mil ayos (maestros) serás un buen siervo del Señor? Yo más bien creo que tú serás un gran hombre o mujer del Señor si propones en tu corazón el amar y obedecer a Dios y luego imitar a aquellos que tuvieron éxito en el ministerio de la obra de Dios, no sirve solo escuchar y escuchar sino que hay que empezar a actuar. ¿Esperarás que el Señor venga para que tu corazón se despierte a la Obediencia? Te cuento un secreto,¡¡¡será tarde!!!

La imitación no sirve si no hay obediencia.

Por Pablo Baztan.

No hay comentarios: